Detrás de la pizarra

"Porque si lo aprendes, es tuyo" Es una de las frases contundentes de la película DETRÁS DE LA PIZARRA, una historia basada en hechos reales sobre Stacey, una maestra de 24 años a la que le es asignado un nuevo trabajo en un refugio para personas desvalidas. La maestra llega con nerviosismo, ese que se siente el primer día de trabajo y con un millón de expectativas al refugio, encontrándose un panorama desesperanzador. Personas que la observan con extrañeza, un lugar que no es el óptimo para impartir su saber a unos niños que tienen en sus espaldas historias de vida aterradoras.

Sin embargo, la templanza de Stacey hace que comience una carrera contra el tiempo, contra su disgusto por las altas directivas por el desconocimiento de las falencias del sitio y por el temor de que su familia pueda verse afectada.

El amor por la enseñanza hace que Stacey transforme el lugar y se vaya metiendo poco a poco en el corazón de sus nuevos alumnos y de los residentes del refugio, que la adoptan como una de ellos.

El modelo pedagógico que acá se presenta es de tipo constructivista y desarrollista, los niños del refugio estaban acostumbrados a un modelo impuesto en el que poco o nada se hacía. Había represión, una disciplina impuesta, temor, los niños hacían lo que querían porque no había un modelo de enseñanza, pero Stacey llega para cambiar todo.

Algo muy importante dentro de la película es cómo la maestra enseña valores a los niños por medio de palabras, y cómo éstas comienzan a cambiar sus vidas, como se convierten en tópicos importantes por los que vale la pena luchar y así rompe esquemas y barreras que antes eran evidentes entre ellos.

La música y el arte hacen que los niños desplieguen sus alas y se relacionen mucho mejor entre ellos., así también pueden conocer el mundo, la historia, la vida y tocar las de sus padres.

Es una película con muchas enseñanzas, desde las emociones pasando por la academia, de cómo podemos eliminar estereotipos, luchar por nuestros sueños, por las metas, por el otro sin importar nada a cambio, solo esperando una sonrisa y ver cómo ellos mismos comienzan un camino solos.